Historia del rol

Lost Valley es un pueblo situado en un entorno singular. Una zona boscosa, sobre la que cuatro pequeñas sierras conforman un agujero en el que se asienta la comunidad, a varios kilómetros del mar Atlántico. El asentamiento original a desaparecido, dejando en el centro de la ciudad un entorno de piedra dura, en la que se construyeron las casas, creando un laberinto de pequeños y estrechos callejones, por los que ningún coche puede pasar. Sin embargo, su crecimiento en los últimos años ha llevado a la aparición de una nueva zona, abrazando con su luz el sombrío centro. Es una zona nueva, elegante y tecnológica. Casas de las más diferentes formas, pasando de los grandes bloques de piso a pequeñas y fastuosas casas, han aparecido, tornándose la nueva cara de la ciudad y donde gran parte de la población vive.

Su historia resulta extensa y alcanza con claridad las primeras zancadas de la civilización occidental en el nuevo mundo. Los puritanos protestantes se alzaron a alta mar, esperando escapar de la ira de una Europa cada vez más diabólica, buscando así en las olas un nuevo mundo que los respaldase. Tras meses de dolores y sufrimientos, llegaron a la zona costera de norte América, aunque se establecieron a pocos kilómetros de ella, en espera de no ser notados. La primera década resulto dura, un ganado escaso y con menos carne y crías cada generación, junto con unas cosechas manifiestamente escasas, dejaban a la comunidad cada vez más mermada. Fue en esos primeros años que hicieron contacto con unas de las tribus indígenas. Su cultura y sus heréticas creencias los asustaron los primeros momentos, pero ante su amabilidad, mantuvieron una estrecha relación. Cada vez más, la tribu y la localidad empezaron a relacionarse, llegando a un punto en el que la tribu se estableció con ellos. Fueron años felices, en el que las generaciones más jóvenes se enlazaban sin problemas con los indígenas en santa comunión, compartiendo costumbres y religiones. Así, el pueblo logro crecer fuerte y sano. Sin embargo, con el tiempo, nuevos pobladores llegaron al continente, puritanos que, como ellos, habían huido de una Europa belicosa y peligrosa. Ante un enlace semejante, los nuevos pobladores, mejor armados y con fuerza, ordenaron la separación de tales aberraciones y obligaron a los propios pobladores a acabar con aquella población que tanto bien había hecho. La masacre fue brutal, enzarzando familias contra familias en una guerra tan pequeña que resulto secreta a los ojos del mundo. Sin embargo, una consagración entre pueblos de ese tamaño no fue posible de eliminar y los nuevos colonos se vieron supeditados por las costumbres que los antiguos pobladores tenían y que por mera necesidad de sobrevivir mantuvieron.

Los siglos pasaron y el terreno que una vez fue vacío y despoblado empezó a llenarse de nuevos pobladores, rellenado un continente misterioso y desconocido. Los pequeños y apartados pueblos empezaron a juntarse, conformando una nueva nación ante las guerras, pero Lost Valley se mantuvo olvidado por un mundo cada vez más moderno y lanzado. Hasta que en la primera década del siglo XX fue despertada de su letargo pro una inmensa guerra, la Primera Guerra Mundial. La población quedo mermada durante un tiempo, pero todos los soldados que abandonaron la pequeña ciudad volvieron sin problemas. El mero hecho que en una pequeña zona las estadísticas de soldados con amputaciones o muertos fuera tan escasa alarmo a grandes miembros del gobierno, pero no se discutió nada, por que cada vez que el tema salía relucir, el que lo sacaba dejaba de tener boca. Pasaron los años y el mundo se olvido de Lost Valley una vez más.

Durante todo el tiempo que se mantuvo el poblado en un aislamiento total, las tres grandes familias mantuvieron la rectitud, el orden y la salud de los miembros de la pequeña comunidad. Los Highway, los Wright y los Bloomwell.

Los Highway, hijos de la dinastía del primer padre, el reverendo Alfred Hisghway, de la comunidad cristiana de Lost Valley, se convirtieron en el corazón de la comunidad religiosa, manteniendo el recto camino del puritanismo en el pueblo, mejorando las instalaciones de la fe y dando cobijo y alimento a aquellos que llegaban al pueblo.

Los Wright, herederos directos del dirigente del pueblo durante la nueva era que trajeron la segunda ola de inmigrantes, Ronald Wright, se convirtieron en un principio en los guardianes de la ley, jueces y verdugos de aquellos que incumplían las normas, hasta que con el avance de los tiempos ocuparon el parangón del gobierno municipal.

Finalmente, los Bloomwell, otra familia nacida en la segunda generación de inmigrantes, en específico del médico que trajeron, Seillem Bloomwel, se dedicaron al cuidado permanente de la comunidad, casi con una precisión inhumana. Se volvieron los sanadores enviados por Dios.

Los pilares de esta silenciosa comunidad, aun sumidos en el más absoluto, mantienen aun un férreo control sobre la ciudad, siendo una élite imposible de derribar. Sus nombres se han convertidos en constantes susurro, murmurados en las sombras, pero sin resaltar nada., en un gobierno perfecto.

La ciudad hecho raíces y el dinero mantenía el estilo de vida sobrio y tranquilo de la comunidad. Sin embargo, los últimos años, de repente, explotó la densidad del lugar. Cientos de personas aparecieron de repente en el pueblo, creando un anillo alrededor de la hermosa villa de modernos edificios de metal y cristal. Ahora la modernidad y las tradiciones se enfrentan en este pueblo.

Bienvenidos al lugar más maravilloso del mundo, tanto que no querrás marcharte. Un lugar de tradición y hermosa tranquilidad, en la que te olvidaras al resto del mundo, para siempre. Vengase con su familia a un entorno de crecimiento sano, donde la felicidad de sus hijos serán siempre nuestra prioridad. Disfrute del entorno libre del estrés de la vida moderna, sin preocupaciones, que nubles vuestras devoradas mentes.

¿Seras capaz de desvelar el misterio que este pueblo esconde o te unirás a aquellos que buscan esconder la verdad?